Hace mucho tiempo existía un melón que se llamaba Josué, le encantaban los caninos y tenia un macho de la raza Pomerania llamado Milo.
Cuando tenia mas o menos 11 años, estaba mirando un partido con su abuelo, de tenis en la tele, quedo tan emocionado que le dijo a su abuelito que “Cuando fuera grande, seria un jugador de tenis profesional”
El 20 de septiembre del 2018 era la final de los juegos olímpicos la cual la estaban disputando Josué y el Mexicano Matías.
El primer sets quedo 6/6.
El segundo sets también quedo 6/6.
El tercer sets iba 6/5 ganando el colombiano y faltaban unos segundos para terminarse el sets, cuando de repente el mexicano hizo una jugada que posiblemente seria el punto para el empate.
Se sentía la emoción, combinada con suspenso en la tribuna, el arbitro se acerco hasta el VAR analizar la jugada y se dio cuenta que el Mexicano estaba fuera de lugar.
Un triunfo que le permitió al colombiano celebrar con su esposa, abuelo y Milo.
AUTOR
Juan Pablo Banguero
TALLERES DE NIVELACIÓN