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El HIjo de la Costurera | By Angie Reza | Poesía | Desde casa |


Un amor prohibido, sufrido e impedido así describimos esta historia basada en hechos de la vida real.

Nace en diciembre de 1950, en el seno de una familia humilde la enamorada Dorian, de quien aprenderemos.

Era el 68, la joven blanca de ojos claros y de cabello rubio, ya tiene 18 primaveras lo suficiente para robarse las miradas de los chicos, por las calles en la que se paseaba, pero fue una mirada la que la dejo enamorada.

😌Aquel chico de buena familia, extranjera adinerada y bien acomodada, linaje Indu, ¡pero! nacido en el Cauca, un día llegaron a Puerto Tejada buscando estabilidad económica, que con el tiempo de los años se hizo realidad.👌

Aquel chico cada vez que la veía,
Le sonreía y le decía:
"Adiós pinchada" Sonrojada y encantada,
Aposta caminaba
Con tal de escuchar, tan lindas palabras.

Ya van varios días, de la coquetería:
Después de las labores, en la ferretería,
Que el chico la mira y le repetía
"Aquellas palabras"
Cuando ella pasaba,
Coqueta y entusiasmada la joven quedaba,
Esperando el día, que tanto anhelaba.

Pues llego aquel día, que la joven pedía,
Se acerca a la chica, le pide una cita,
Pero no fue recibida, en su familia.

Es una humilde muchacha,
Con solo la primaria,
Y él de una familia,
Bien adinerada.

El apuesto indio negro, esperaba a la chica,
Como de costumbre, sentado en la esquina,
Pero la jovencita, ahora está en cinta,
¡Sera!
Que la coquetería, de la parejita,
Es un simple deseo o es amor verdadero.

Se le armo la de trolla, aquel caballero,
Pero vaya sorpresa "Es el tercero"
Menciono lo nombres, de sus herederos:
Ronal, Patricia y el que viene en camino,
La tía patricia, pero digamos "patico"
Nunca fue denunciada,
¡Solo le gustaban los niño!.
Por eso la tía no lleva el apellido. 
El abuelo Alfredo, se niega y confiesa,

"Que no creería ni permitiría"
Que ahora su hijo, se casaría,
Pues parecía, que le respondería.
Se le suma a esta, que no tiene plata,
El tipo en su casa y ella antojada.

Esa procedencia,
No le cabe en la cabeza.
Pues es La hija,
De "una lavandera"

El chico se la ingenia, Pagando una pieza,
Ya van tres meses, la sitúa se aprieta,
Le arman un viaje, el joven acepta,
Le promete a su amada,
Que se va, "¡Pero!" regresa.

Ya van varios meses, que no se paga la renta,
Es un tío del joven, pero a él no le afecta,
Que esta se hospede, en esa pieza,
Le dan alimento, techo y sustento,
Porque del tipo, no sé conoce su paradero

Un día se acerca, en aquella pieza,
Una Sra. con canas en su cabeza,
Era la abuela, pero paterna,
Con una propuesta, que patrocinaría,
Pues era su sueño, desde chiquilla,
y era estudiar modistería.

La joven inicia, pero no termina,
Con dos meses de clases, ya se cree modista,
El resto lo aprende de forma empírica,
Y hasta el día de hoy resuelve la papita.

Han pasado cuarenta, de la supuesta promesa,
Aparece en mi puerta, "Me cuenta la abuela"
Su hijo lo aprieta, "Sin aire lo deja"
Le hace la lista de su familia,
De lo nueve nietos; cinco son niñas,
Se cree chamo el muy condenado,
Salió avispado, ¡llegó casado!

"Esta pinta de hombre" y "Con plata"
Recuerda la abuela, cuando era muchacha.
Ella en su casa, él en Venezuela,
Y así terminamos, El hijo de la costurera.

Son cinco los hijos, que engendro su hijo:
Hay una enfermera,
La otra abogada,
La más jovencita es azafata,
El único niño, el príncipe de la casa,
El día de hoy trabaja en AVIANCA,
La chica que falta trabaja en su casa,
Haciendo labores de ama de casa, también
Empresaria, en sus ratos libres; enseña, aprende y escribe.

By: Angie Reza

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