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Hace millones de años atrás vivió una joven, hija de un pinturero que hacía una hermosa tela de color lila, esta chica heredó un gran don pues podía tejer de una manera tan delicada y maravillosa que toda persona al conocer sus tejidos quedaba asombrada, estos tejidos eran pedidos en todas partes.
La gente quedaba tan deleitada con el trabajo de esta chica, que la llenaban de halagos todo el tiempo, haciendo que a la chica se le subiera el ego a tal punto que se comparaba con la diosa atenea, diosa de la artesanía y la sabiduría.
Los habitantes del pueblo le advertían que no debería compararse con una diosa, creerse mejor que ella le haría terminar muy mal, pero a ella no le importó y fue más su ego y su arrogancia.
Atenea al enterarse de esto se enfadó demasiado pero decidió darle otra oportunidad a la chica para que esta se arrepintiese, la chica siguió igual sin importarle nada, a lo que atenea decidió maldecirla y convertirla en una araña, la primera de la historia ( por esto es que las arañas pueden tejer telarañas).
Se dice que la chica pasó el resto de sus días desconsolada y arrepentida deseando devolver el tiempo, no hizo caso a los buenos consejos y le toco aprender la lección de la peor manera.
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