Érase una vez, la familia Souza que vivían en la ciudad de la hermosa. El rey Sebastián junto a la reina Mariana se caracterizan por la sabiduría de sus canas.
Todos los días su hijo Juan, juega ajedrez con el caimán. Luego toca el piano con los pies y con las manos.
Mientras que a la dulce y encantada Ana, le gusta hacer ruido con el agua.
Andrés, el capataz; tenía una deuda eterna con la reina, cuando perdió el juego de la arena.
Quiso pagarle la deuda en cuotas, por eso, le ofreció un show de zanahorias.
Luego le hizo el canto de los pajaritos que alegró sus oídos.
Por ultimo le hizo el juego del hierro y para ello le construyo un becerro.
Así el capataz se pone al día y de ñapa le regala un auto de sandía.
Autor:
Angie Reza
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