Hace muchísimo años, cuando la navidad era diferente a estos tiempos; todos alegres, los vecinos siempre llegaban a un acuerdo, compartían, se ayudaban los unos a los otros, decoraban y pintaban las calles, era todo una familiaridad.
Se sentía la alegría, todos felices y contentos bailaban, gozaban, hacían chistes y bromas; no importaba la decoración si eran luces con cuadros, rectangulares, en bolas, pentágonos, ondulados, en forma de risos, largos, raros, feos pero fuera como fuera siempre en navidad y en todas las épocas se unían cómo comunidad.
Pero...
Un día, llegó un señor al pueblo y él era muy amargado, avaricioso, ambicioso, orgulloso, abrió una tienda; vendía de todo pero no le gustaba la 🎄 navidad, también era muy tacaño y no regalaba ni cien pesos, no era agradecido con lo que tenía y siempre se quejaba y quería más, más y más.
"Dios le va a dar una lección" decían las personas y él no creía, cuando el pueblo quería hacer una actividad, él no se ponía de acuerdo.
Y el pueblo que era 😃 feliz, se volvió un pueblo 😢 triste, todos recordaban Lo feliz y unido que eran, ya no se ayudaban ni las mariposas, si alguien necesitaba 🆘 ayuda era problema de él o ellos, no se ayudaban ni a decoraban como antes.
Pero un día como siempre el señor cerró su local y se fue a su casa, comió y se durmió, tuvo un 😴 sueño y en ese sueño una niña le decía:
-¿Por qué eres tan avaricioso, orgullos y amargado?
-¿Por qué no te gusta la 🎄 navidad?
Si la navidad es bonita, o no te gustaría compartir con tu familia
y 🤔 recordó los maravilloso que era la navidad, 😊 desde ese
día el pueblo volvió hacer 😀 feliz como antes y recupero la unidad,
la amistad, el amor y el calor de la familia.
AUTOR: Sara Pérez
Talleres de Nivelación