En el camino se encontró al viejo Samuel.
Y, Samuel cacareaba, las canciones que jugaban de la infancia, después de risas y alegrías se despiden hasta la vista.
Ella cogió para el oeste y Samuel para el este.
Pero el camino del este estaba muy resbaloso,
- Y calló Carolina, que sus lindas y estiradas plumitas, quedaron de color nucita.
Un poco hablaba, pero su canto no funcionaba, del barro y de piedras que en gaznate presenta.
Un carro sin luces,
-No ve a la gallina,
-Se asusta Carolina, ¡Ha llegado mi día!
Pero no renuncia a su vida, y planea su huida.
-Lo único que se imagina es agarrarse de una ramita y lo hace tan de prisa que salva su día.
Cuando llega al supermercado les cuenta sus caídas, emocionados le ayudan a limpiarse su ropita.
¡Y muchos amigos a Carolina le quedan de aquel día!
-El Sr carpintero le compra la encomienda,
La Sra. ardilla le ofrece su silla
Y llaman al caballo, para que le lleve en la carreta.
-Y así Carolina termina su día, después de la comida le cuenta a su tía.
Su tía no creía las aventuras de su sobrina, pero las patas embarradas confirman su escapada.
Autora: Lesdy Briyei Escobar Paz.
Tarea del Colegio: BAHAÍ RUHI ARBAB.
Licenciado: Duván Carabalí.